Editado por Sofía Cerda – Emol

¿Por qué siempre apostar por la vida? (Aunque no sea yo tu psicólogo tratante)

Según se ha dado a conocer en  medios locales en el último mes, Zoraya Ter Beek solicitó eutanasia por razones de Salud Mental, asociadas a su diagnóstico y las dificultades de su tratamiento.

Según relatan los medios digitales, una frase muy dolorosa y lamentable salió de la boca de uno de sus tratantes : «no hay nada más que podamos hacer por usted. Nunca mejorará».

No tenemos cómo acceder al relato directo del profesional de salud, ni tampoco por qué cuestionar lo que Zoraya escuchó de él, pero me parece tremendamente desesperanzador tanto escuchar como decir estas palabras. Creo que en  ambos lados de la relación terapéutica había desesperanza y ello imposibilitó mirar más allá del túnel; más allá del propio criterio profesional; más allá del dolor; mirar a otros y las opciones que estos representan en un tratamiento complejo.

De allí que la necesidad de contar con equipos y referentes no es solo una condición de bienestar que debemos considerar para nuestro propio beneficio profesional, sino también para el de las personas que estamos acompañando.

Desde lejos, desde otro país, se hace evidente que esa frase teñida cansancio no solamente se escucha excesiva, sino que probablemente no es racional.  Un profesional de la Salud Mental, representa generalmente al conjunto de técnicas e intervenciones que conoce y maneja, pero en ningún caso personifica   a todas las posibilidades terapéuticas que puede ofrecer nuestro amplio campo.  Todos quienes nos dedicamos a la psicoterapia, tenemos claro que diversas personas necesitan distintos abordajes. A veces un cambio de psicoterapeuta, un cambio de enfoque, un par de palabras bondadosas, son todo lo que hacía falta para volver a comenzar. 

La frustración que sentimos los tratantes, es un llamado a la modestia: a veces uno es el medio no el fin del proceso.   Cuando no podemos acompañar adecuadamente a un paciente, el conflicto y el problema al que nos enfrentamos con su sufrimiento es una invitación a supervisarnos, a derivar y a acompañarlo a buscar un nuevo enfoque. No somos jueces, ni tampoco dioses como para decir algún “nunca” o un “siempre” sin desdibujarnos de nuestro propio rol profesional.

Por otra parte, nuestros pacientes a veces solo necesitan que los acompañemos en sus “nunca” y en sus “siempre” y los ayudemos a encontrar en el medio de ellos los “por qué “ y “cómo”. Las preguntas y los caminos intermedios, ayudan a evitar el peso categórico de los extremos y muchas veces nos dan la paz suficiente como para relanzarnos a continuar.

Si eres una persona con un problema de Salud Mental y no encuentra salida, te garantizo que encontrarás a muchos psicoterapeutas, psiquiatras, enfermera(o)s, terapeutas ocupacionales y trabajadora(e)s sociales dispuestos a acompañarte tal y como yo lo haría. Escribo esto pensando en ti. No estás solo, somos muchos los que apostamos por la vida, por tu vida: por ti.

Fuente: Emol.com – https://www.emol.com/noticias/Tendencias/2024/05/17/1131144/paises-bajos-eutanasia-mujer-depresion.html